Última modificación: 2019-07-01
Resumen
En este trabajo se establecen algunas consideraciones teóricas preliminares que sirven de premisas para comprender la esencia de este. A partir de la sistematización realizada por los autores se asume una definición de en qué consiste la evaluación formativa y desarrolladora. A continuación se ofrece un conjunto de recomendaciones que van encaminadas a tributar a este tipo de evaluación en las universidades cubanas. Se inicia con la necesidad de establecer un sistema de objetivos desde el inicio del curso escolar que esté estrechamente vinculado con el perfil profesional. Se sugiere la diversificación de recursos evaluativos aprovechando las potencialidades que estos ofrecen en las evaluaciones frecuentes, parciales y finales. También se hace referencia a cómo garantizar la validez, confiabilidad y objetividad en este proceso. Se recomienda utilizar con más frecuencia los trabajos de control extraclase y encuentros comprobatorios. Además se sugiere proponer tareas integradoras y tareas en pequeños grupos. Se establece la necesidad de tener en cuenta las funciones y finalidades de la evaluación. Se indica la pertinencia de concebir pruebas diferentes para los estudiantes, atendiendo las diferencias individuales y se debe combinar la hetero-evaluación con la auto-evaluación y la co-evaluación. Se exhorta dedicar todo el tiempo necesario para discutir con los estudiantes los resultados de sus evaluaciones para señalar sus aciertos y errores. Finalmente, se señala lo útil que resulta establecer un intercambio de información sobre el proceso de evaluación del aprendizaje entre los profesores y la familia.